Editado Por : CIBPnetwork en una colaboración con "Sola Scriptura "
“Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.” Romanos. 8:7.
No obstante, muchos aseveran que la voluntad humana elige la última opción de vida espiritual o muerte espiritual. Aquí el albedrío es completamente libre de escoger la vida eterna ofrecida por Cristo o rechazarla. Dicen que Dios dará un nuevo corazón a todos aquellos que escojan por el poder de su propio libre albedrío recibir a Cristo Jesús.
No hay duda que el recibir a Cristo es un hecho de la voluntad humana. "A esto frecuentemente se le denomina fe".
" Pensemos, ¿cómo hacen los hombres para recibir al Señor voluntariamente? Generalmente responden, "Del poder de su libre albedrío." Pero ¿cómo puede ser esto? Jesús es un profeta. Recibirlo significa creer todo lo que Él dice. En Jn 8:41-45: “Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.
Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.” Jesús dejó claro que ustedes nacieron de Satanás. Este padre de la maldad odia la verdad e imparte el mismo prejuicio en el corazón humano. Así Jesús dijo, "Porque os digo la verdad, vosotros no me creéis."
¿Cómo la voluntad humana saldrá del hombre para escoger creer algo que la mente humana odia y niega? Aún más, para recibir a Jesús significa aceptarlo como sacerdote esto es, emplearlo y depender en Él para establecer paz con Dios por sacrificio e intercesión. Pablo dice que la mente con la cual hemos nacido es hostil para con Dios. “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.” Rom. 8:7. ¿Cómo puede la voluntad o el albedrío escapar de la influencia de la naturaleza humana con la cual nació en enemistad violenta hacia Dios? Sería demencial para la voluntad escoger paz cuando cada hueso y cada gota de sangre gritan en rebelión.
Así también, recibirle a Jesús significa recibirle como a Señor y Rey. Significa obedecer sus órdenes, confesar Su gobierno, y adorarle ante su trono. Pero la mente humana, sus emociones, y sus deseos todos gritan, "No tendremos a éste hombre reinando sobre nosotros." Luc. 19:14. Si mi ser completo odia su verdad, odia su gobierno, y odia la paz con Dios, ¿cómo puede mi voluntad ser responsable de recibir a Jesús? ¿Cómo puede tal pecador tener fe?
No es a la voluntad humana sino a la gracia de Dios a quien hay que agradecerle por darle al pecador un nuevo corazón.
A menos que Dios cambie el corazón, forme un nuevo espíritu de paz, verdad, y sumisión, el hombre no podrá decidir recibir a Jesucristo y la vida eterna que él brinda. Un nuevo corazón debe ser provisto antes de que un hombre pueda creer, o de lo contrario la voluntad humana estará encadenada sin esperanza a la maldad de la naturaleza humana aún en el asunto de la conversión. Jesús dijo, "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo." Jn. 3:7. A menos que usted nazca de Nuevo, usted no podrá ver Su reino. Jn. 1:12,13. “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Dice que aquellos que creen en Jesús han sido "engendrados no de voluntad de varón, sino de Dios." Así como tu voluntad no es la responsable de tu venida a este mundo, tampoco es la responsable de tu nuevo nacimiento. Es a tu Creador a quien debes agradecer por tu vida, y si alguien está en Cristo es una nueva criatura. II Corintios 5:17. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
¿Quién escogió el ser creado? Cuando Lázaro se levantó de los muertos, el escogió responder al llamado de Cristo, pero él no escogió venir a la vida. Así Pablo en Efe 2:4,5 dice, "Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)." La fe es el primer acto de una nueva voluntad creada por el Espíritu Santo. Recibir a Cristo es una acción del hombre, así como lo es el respirar, pero Dios debe darle vida primero. Con razón Martín Lutero (el Reformador Protestante) escribió un libro titulado
La Esclavitud de la Voluntad (The Bondage Of The Will) el cual considera uno de sus más importantes tratados. La voluntad son las cadenas de una naturaleza humana malvada.
Ustedes que exaltan al libre albedrío como una gran fuerza se están aferrando a las raíces del orgullo. El hombre, caído en pecado, está completamente indefenso y sin esperanza. El albedrío o la voluntad del hombre no le ofrece ninguna esperanza.