“Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.” Mat. 19:9.
"Bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí.” Jesús dijo esas palabras porque Él sabía que la mayoría de las personas que escucharan sus enseñanzas se ofenderían.
Cuando las personas hallan tropiezo en las enseñanzas de Jesús, por lo general responden en una de las dos formas siguientes: Algunos sencillamente deciden ya no estar en los caminos de Jesús, y regresan al mundo.
Y otros que se ofenden por las enseñanzas de Jesús se unen a una iglesia con valores mundanos.